Antes de la abdominoplastia, un paciente puede tener preocupaciones sobre el exceso de piel, flacidez abdominal o diástasis de los músculos abdominales, a menudo como resultado de embarazos, pérdida de peso significativa o envejecimiento. Esto puede afectar la autoimagen y la confianza en el cuerpo.

Después de la abdominoplastia, se elimina el exceso de piel y grasa abdominal, y se pueden suturar los músculos abdominales para lograr un abdomen más firme y tonificado. La cirugía busca crear una silueta más esculpida y mejorar la apariencia general del área abdominal. La recuperación puede llevar varias semanas, pero los resultados suelen ser una mejora significativa en la forma y la firmeza del abdomen, proporcionando al paciente un contorno más estético y restaurando la confianza en su apariencia física.